BARBARIDADES ANTI WAGNERIANAS
BARBARIDADES ANTI WAGNERIANAS: EL DESMADRE ACTUAL CONTRA WAGNER
Es de todos conocido el desastre y el grado de locuras que se hacen con las óperas, y no solo con las de Wagner. Pero hemos querido hacer un resumen desde los años 1990’s de los temas más interesantes de esa epidemia de destrucción artística, no solo como ‘Memoria Histórica’ de la decadencia ética y artística actual sino para debatir también sus excusas y dejar en evidencia sus verdaderas motivaciones.
Hay muchas más pero no añaden nada, son repetición de lo mismo, sexo-porno, politización, incoherencia absoluta, ignorancia supina, … cuando se han conocido 10 de las chorradas de esos esceno-destructores, te das cuenta de lo repetitivo, aburrido y falto de originalidad de sus montajes.
Por eso no hemos querido ser exhaustivos sino solo mostrar lo suficiente para entender el grado de decadencia y sus razones.
LAS ULTIMAS LOCURAS DE BAUREUTH 2012
Como desde luego no me acerco a los aquelarres anti wagnerianos de Bayreuth, hoy lugar satánico de la destrucción de la obra wagenriana, me limito a reproducir las descripciones de José Miguel Ferrer Puche es Presidente de la Asociación Wagneriana de Alicante:
Sobre El Holandés Errante: "Los vetos del festival de Bayreuth 2012"
Pero vamos a lo que nos interesa, la representación: Comenzó el 25 de julio del 2012. En qué estaría pensando el director artístico Jan Philip Gloger, que se olvidó del capitán de navío condenado a atravesar los mares eternamente hasta encontrar el amor. Ya estábamos avisados. Sabíamos de la amenaza que se cernía sobre nosotros con un ligero cambio algo “moderno”, pero nadie esperaba lo que estaba por llegar… El director de 31 años prefirió sustituir el universo del capitán maldito por el de un hombre de negocios que cruza un mundo carente de amor con una maleta con ruedecillas y un vaso de café. Este hombre rico e infeliz derrocha su dinero contratando prostitutas y hasta lo quema. No sé dónde esconderme. Entre abucheos del público y algunos débiles aplausos, de súbito me siento tan espantado, que tengo la sensación de no saber a qué ópera estoy asistiendo, tal es la desventura de estos cambios tan faltos de romanticismo y sentido dramático.
Sobre Lohengrin: "Cisnes y ratones en la despensa del festival wagneriano"
El director de escena, Hans Neuenfels, planteó una ridícula producción en la que la ópera se fija en un laboratorio rodeado de ratones, ratones como metáfora de las masas y de su conducta de aceptación mundana de cualquier oferta, de cualquier utopía (la del malvado Telramund, la del justo y bondadoso Lohengrin o la aún desconocida de Gottfried). Unos cuantos roedores (más de 50) de todos los colores posibles y tamaños, no solo convierten en ruinoso el espectáculo, sino que andan muy alejados del simbolismo y mitología representados en el cisne wagneriano
Sobre Tannhäuser: "Aberraciones copulantes en el Monte de Venus"
El montaje escénico delTannhäuser de Sebastian Baumgarten es un farragoso compendio ideológico que condiciona la escenografía y el desarrollo dramático. Utiliza la ópera como plataforma de una concepción sociocrítica en la que se ve a una futura sociedad altamente tecnificada y posthumanista, articulada actualmente en la bioética. Esa idea queda plasmada en un escenario único: una instalación denominada “tecnocrat” (del artista holandés Joep van Lieshout), que contiene calderas de fermentación, depósitos de biogás, cisternas de alcohol, bidones, mangueras, etcétera. En ese “tecnocrat” hay dos niveles: el subsuelo o Venusberg, donde se mueven los instintos más sexuales con Venus embarazada, quimeras y otras aberraciones copulantes, e incluso figurantes disfrazados de espermatozoides; y el nivel superior o Wartburg, que pertenece a esa comunidad racional posthumanista con el Landgrave Hermann como máximo supervisor.
LA MANIPULACION POLITICA DE WAGNER… EN LA DEMOCRACIA:
ALGARADA EN 'TANNHÄUSER'
Curiosamente se acusa siempre de manipular a Wagner en el III Reich, cuando allí nunca se puso un símbolo político en la escenografía de una obra de Wagner… pero ahora se hace muy a menudo, la última bien sonada en Berlín.
Rosalía Sánchez | Berlín
Se abre el telón. Durante la 'Obertura' de 'Tannhäuser', actores desnudos caen a tierra desde una cruz hecha de cubos de vidrio y envueltos en niebla. Son cámaras de gas. Varios matones de las SS, junto a Tannhäuser, asesinan a una familia en un brutal tiroteo. El director Burkhard C. Kosminski sitúa la legendaria acción del castillo de Wartburg durante el régimen nazi y la asocia con el nacimiento la República Federal Alemana, en la 'época Adenauer'. No ha transcurrido ni media hora de función cuando buena parte del público se levanta de sus asientos entre abucheos y abandona la ópera de Düsseldorf.
La imagen de Tannhäuser como un criminal nazi y la alusión al antisemitismo de Wagner, en medio de los preparativos del aniversario, han sido demasiado para el público alemán. "¡Esto es un insulto!", gritaban algunos indignados, lamentando no tener a mano objetos contundentes que lanzar al escenario. El director intendente de la ópera, Christoph Meye, se vio obligado a interrumpir el estreno para pedir al público que se contuviese en su reacción. Pero aunque la obra continuó después hasta el último compás, en el que un niño superviviente perdona a Tannhäuser la culpa de sus crímenes, la concepción escénica de Kosminski, una descabellada dialéctica entre el eros y el ágape, entre Venus y la Virgen María, entre la sensualidad y el ascetismo, había colapsado mucho antes de que la orquesta terminase la partitura.
LAS ÓPERAS ESTÁN PARA SER PROSTITUIDAS
En el ABC del 8-6-92 Joan Matabosch, que está en la dirección artística del Liceu, afirmó por escrito y de forma clara cual es su labor:
“Digamos desde aquí para zanjar el problema, que a nuestro juicio las óperas existen para ser interpretadas, manipuladas, contradichas, trascendidas o prostituidas si es preciso.”